2. Trabajando en San Francisco.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

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Heliodoro J. Gutiérrez nos dejo un rastro lleno de interrogantes en San Francisco: ¿Donde trabajo, con quién, que tipo de material realizo? Y quizás corresponderá a los investigadores locales darnos algún día luz al respecto.


Es sorprendente la participación femenina en la fotografía para la segunda mitad del siglo XIX, en el estado de California, USA. El historiador y fotógrafo Peter E. Palmquist, en su libro Shadowcatchers: A Directory of Women In California Photography Before 1901. (Arcata, California: Published by the author, 1990), hace una lista de casi mil fotógrafas activas antes de 1901. Entre ellas Mary Winslow, Melinda E. Cramer quien trabajo junto a su esposo en Cramer Photograph, Mary E. Cooley Harris, Floride Green, etc. Entre los hombres la lista es aun mayor sobresaliendo: Edward James Muggeridge, Arnold Genthe, Richard J. Aronid, Edgar A. Cohen, C. B. Clark, Louis S. Slevin, William E. Dassonville, J. Walter Collinge, y Ansel Adams.

El ambiente donde se formo o convivió H. J. Gutiérrez era rico en oportunidades y pletórico de personajes de quien tomar ejemplo; con una saturación tal que superaba con mucho al total de fotógrafos activos en todo México en la misma época. En un conjunto tan amplio y complicado donde no sabemos con quién se inicio, si trabajo como ayudante de algún Estudio Fotográfico, sí llego a desarrollarse de forma independiente, no podríamos decir mucho más.

Sin embargo podría existir una esperanza…

Aurelio Escobar Castellanos hasta cierto momento de su vida tuvo acceso a los originales de tres fotografías, a las que posteriormente les sacó duplicados llegando hasta nosotros. No corresponden a ningún personaje identificable de sus familiares y la indumentaria y los tipos anatómicos nos dan pie a la especulación.

La indumentaria de los personajes es claramente victoriana. Retrató una novia cuyo vestido aunque nos resulte extraño notarlo para nuestras costumbres es color blanco,que no era el único disponible ni usado entonces, a partir de la boda de la reina Victoria fué éste color el que gana popularidad; siendo el más atractivo ya en la década de 1890. Por lo que un vestido de novia victoriano blanco nos habla de vanguardia y de un estatus socio económico especial; el modelo representado se puede ubicar entre la década de 1886 y 1896.

El ser atesoradas las fotografías por A. Escobar sería otro indicativo de filiación, de ser así son los únicos vestigios del trabajo inicial de H. J. Gutiérrez, y muy coherentes a su constante laboral: novias, varones galantes y niños.

Fragmento del libro:
Mirando fotografías, Recuerdos de Familia. De Arturo Guevara E. ©